martes, 20 de marzo de 2018

El Joventut se asoma al abismo de su disolución.

El próximo jueves 22 de Marzo va a ser un día clave en el devenir presente y futuro del Joventut de Badalona. El club verdinegro se enfrenta a su partido más difícil de sus más de 75 años de historia ante la convocatoria de la Junta General de Accionistas con la disolución del club como principal punto del orden del día. La situación parece no ser sostenible a corto plazo y desde la actual directiva presidida por un histórico del club como Juanan Morales se ve la desaparición del conjunto como la única salida viable para la situación.

La actual situación de uno de los históricos de la competición sirve de ejemplo de lo que no se debe hacer a la hora de gestionar un equipo deportivo. Que un club con base social, una cantera de las más prolíficas de Europa (Villacampa, Morales, Margall, Mumbrú, Rudy Fernández, Ricky Rubio, los hermanos Jofresa y un largo etecétera) pueda llegar a esta situación da que pensar sobre el desempeño de ciertos directivos del club. Para entender la dimensión de lo que podría llegar a ser la pérdida de la Penya, destacar que es, junto a Estudiantes y Real Madrid, los únicos equipos que han jugado todas las campañas de la máxima categoría del baloncesto español. (La sección de Baloncesto del F.C. Barcelona, si bien no ha descendido nunca de categoría, comenzó a participar en la Liga varios años después de la constitución de ésta).


Pero para entender mejor la situación y de cómo se ha llegado a ella, vamos a ponernos un poco en antecedentes.

LA ÚLTIMA ÉPOCA DORADA

Con la llegada de Aíto García Reneses al club de Badalona allá por la campaña 2003/2004, el Joventut, de la mano uno de sus grandes estandartes como es Jordi Villacampa, presidente por aquél entonces, empezaba una época de expansión. Con el laureado técnico madrileño llegaban fichajes de relumbrón (o venían de equipos grandes de Europa o acabaron en ellos a los pocos años) y un caché muy alto, como Zan Tabak, Maceo Baston, Jaimie Arnold, Alain Digbeu, Elmer Bennet Venson Hamilton, Marcelinho Huertas, Álex Mumbrú, Milan Gurovic, Lubos Barton, Demon Mallet, Jan Jagla, ..... La idea era devolver al equipo a la lucha por los títulos, algo que había conseguido a principios de los 90, con varios títulos de la ACB e incluso una Copa de Europa. A este desembolso económico de relumbrón, se unía la cantera, que aquéllos años fue muy prolífica con jugadores del calibre de Rudy Fernández, Ricky Rubio, Pau Ribas o, en otro nivel, Norel, Flis, Père Tomás o Josep Franch.

Todo fue más o menos como se esperaba, con títulos de Copa del Rey o la Uleb Cup (actual Eurocup, segunda competición continental) en la campaña 07/08, pero se resistió la ACB. A partir de 2008, el equipo se fue descomponiendo poco a poco, en parte porque los grandes podían pagar mejores sueldos y en parte por la lógica querencia de los jugadores de ir a un grande a luchar por todos los títulos año tras año.

LLEGA LA CRISIS ECONÓMICA

Esta época dorada llegó a su fin con el estallido de la crisis económica mundial de 2008. Con la nueva situación macroeconómica y algunos contratos con cifras muy altas, la situación empezó a complicarse. Los ingresos menguaron de forma alarmante, había algunos contratos imposibles de pagar y en el futuro inmediato no se veía una gran fuente de ingresos capaz de revertir la situación. Así, se intentó arreglar la situación acudiendo a las instituciones públicas, que en un principio apoyaron al club. Pero los recortes presupuestarios impuestos por el avance descontrolado de la deuda pública, no tuvieron más remedio que retirarse a cantidades insuficientes para la urgencia económica del club.

EL CONCURSO DE ACREEDORES Y AYUDAS POSTERIORES

Entonces la Penya recurrió al concurso de acreedores, método por el cual el club le dio una lista de acreedores a un juez para que éste ordenara el pago de deudas y posibles quitas, para así dar viabilidad a la entidad. El vehículo judicial, muy utilizado en esta época por clubes deportivos de todos los deportes, logró sacar del atolladero al club, siempre y cuando se ajustara a un calendario de pagos muy restrictivo.

Uno de los avales con los que contó el club fue el Ayuntamiento de Badalona. Dejar caer al club era una situación impensable desde el punto de vista político, debido a sus consecuencias electorales. El equipo está muy arraigado en la localidad y mueve una masa social muy grande, aparte de una de las canteras más prolíficas en calidad y cantidad del territorio español.

Para ayudar al club se creó un vehículo un tanto cuestionable y opaco: la Fundación Badalona Capital Europea del Bàsquet (en adelante FBCEB). Dicha fundación está participada por el club y por todos lo grupos políticos representados en el Ayuntamiento. Básicamente, la función del ente es explotar los terrenos anexos al Palau Olímpic de Badalona, donde hay un centro comercial que genera unos ingresos en concepto de alquiler y explotación de nada menos que 750.000€ anuales. El dinero va a parar a las arcas de la Penya, que debe gastar la totalidad en la cantera y en reacondicionar, cuando fuera menester, el pabellón donde juega sus partidos.

Paralelamente a este acuerdo con la FBCEB, el equipo recalificó unos terrenos de los que era propietario con la ayuda, al parecer nada discreta, del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl). Los terrenos se vendieron a una cadena de supermercados valenciana que, cosas de la vida, es propiedad del presidente del Valencia Basket.

Ambas ayudas están siendo investigadas por la fiscalía, en el denominado Caso Albiol. Se cuestiona ambos vehículos, logrados presuntamente con ventajas políticas no al alcance de todos y está en duda la legalidad en sí del patrocinio de la FBCEB.

Por si fuera poco, el pasado año el Ayuntamiento, ya con otro partido político al frente, suscribió otro acuerdo de patrocinio de 3,2 Millones de € hasta 2021. El Consistorio se comprometió a pagar 80.000€ mensuales (salvo Julio y Agosto), a cambio que de esa cantidad se descontaran los 1.5 millones que debía el club en concepto de IBI al propio Ayuntamiento.


SITUACIÓN ECONÓMICA DEL CLUB

Una vez conocidos los movimientos previos, vamos a abordar la actual crisis:

- FBCEB: está en el punto de mira. Parece que es un vehículo ad hoc para camuflar una subvención directa de 750.000€. Está bajo investigación judicial y el Ayuntamiento actual dice que está con las manos atadas. La Penya tiene que justificar la ayuda de los ejercicios pasados, que no pueden ir al pago de facturas o contratos de jugadores y cuerpo técnico. Hasta que el club no justifique convenientemente el destino de ese dinero, desde el Consistorio badalonés dicen que no pueden llevar al Pleno la resolución de la ayuda de 2018 y por lo tanto el dinero está bloqueado.

- Ayuntamiento: En lo que va de año, no ha abonado ninguna de las cantidades pactadas (160.000€) ya que dicen que no cuentan con el visto bueno de los técnicos del Ayuntamiento debido a que la ayuda de la FBCEB no está justificada. Paralelamente se comenta que el Consistorio catalán tampoco anda con las cuentas muy boyantes, algo que podría estar retrasando el pago. 

- Otros patrocinios: sumando lo que en teoría recibe cada año del Ayuntamiento de Badalona, entre la ayuda directa (800.000€) y la FBCEB (750.000€), suma la nada desdeñable cifra de 1.550.000€ que el club no está recibiendo. Del resto de patrocinios poco se sabe. Se hablaba de que el presupuesto de la campaña era de 4.1 Millones de €, que visto lo visto eran cantidades muy ambiciosas. Por lo tanto le restan unos 2,5 millones de € de otros patrocinios, entradas, abonos, ... que no se sabe muy bien si no están llegando con regularidad o son insuficientes para garantizar la viabilidad del Club. A estas cantidades se deben restar los 400.000€ que debe pagar cada año al Ayuntamiento en concepto de IBI atrasado.


LA CRISIS ACTUAL Y SUS POSIBLES SOLUCIONES

Todos estos condicionantes están lastrando al club. Último en la Endesa ACB, con una crisis deportiva galopante consecuencia de la económica y con otros problemas que pueden parecer menores pero que son muy importantes. El riesgo de desaparecer es claro, y aunque desde ciertos sectores se culpa a las instituciones de ello, lo cierto es que la gestión económica y deportiva ha sido nefasta a todas luces. A todos estos problemas se pueden sumar los que surjan del caso Albiol, en el que un juez podría llevar al Joventut a devolver todas las ayudas recibidas desde la Fundación Badalona Capital Europea del Bàsquet.

Muchas de los históricos del club han alzado su voz estos días. Entre la estupefacción y la pena, muchos lamentan la actual situación del emblema del baloncesto en Badalona. Algunos ahondaban en los problemas de la crisis. Un equipo que históricamente tiraba de cantera y se nutría de unos pocos refuerzos de prestigio ha pasado a ser un equipo plagado de extranjeros poco identificados con el equipo y un grupo de jugadores ajenos a la idiosincrasia del club. Como ejemplo la última jornada, cuando Nacho Llovet, canterano verdinegro, sentenciaba sobre la bocina al equipo de sus inicios. En épocas anteriores, Llovet no habría salido del equipo en toda su carrera, dejándose la piel en la cancha de Badalona. Él mismo ha declarado que ha sido uno de los momentos más difíciles de su carrera deportiva, junto con su salida del Olímpic este verano.

La solución a corto plazo parece que es que el Ayuntamiento desbloquee las ayudas. Eso daría oxígeno al Club por lo menos hasta el final de campaña. El descenso podría incluso ser un alivio, ya que la Penya recibiría los más de 2 millones del fondo de ascensos y descensos, algo que aliviaría su deuda. 

FUTURO

Sin embargo, parece que las urgencias de la situación actual tienen un fin. La directiva presidida por Juanan Morales parece estar presionando al Ayuntamiento para que suelten la gallina y de una vez por todas paguen el dinero al que se comprometieron hace un año y que es vital para el mantenimiento del equipo. De momento ya han logrado 375.000€ de la FBCEB.  Parece sin embargo un parche. Si el Joventut sale de esta, dentro de pocos meses estaremos hablando otra vez del tema, pues parece que el conjunto verdinegro no es capaz de generar por sí mismo el dinero que le haría falta para reducir su deuda y competir en ACB.

Parece pues que la única verdadera solución sea la llegada de un mecenas que aporte liquidez inmediata al conjunto y le ayude a salir de la situación económica. El problema es que una empresa que ponga el dinero necesario verá cómo éste desaparece al instante para pagar las fiestas de tiempos pasados. Desde el punto de vista empresarial, no es muy factible que eso ocurra. 

De ahí que el último clavo ardiendo al que se agarran en Badalona es a la nostalgia. La cantera del Joventut ha sido muy prolífica y muchos jugadores que se han criado en la Penya se han ganado la vida muy bien en esto del baloncesto. Desde el entorno del Club, más desde la parte de los aficionados, se ve como única esperanza que un grupo de jugadores tiren de recuerdos y pongan el dinero suficiente para que le equipo salga del pozo en el que se encuentra y que por lo menos pueda competir con sus propios recursos.

¿QUÉ PASA SI SE APRUEBA LA DISOLUCIÓN DEL CLUB?

A corto plazo, la decisión no supone nada. El club seguiría con su actividad hasta que se forme una comisión gestora que lleve adelante la disolución efectiva del Joventut. Para ello hace falta hacer un listado con bienes, pagos pendientes de recibir y cantidades adeudadas para afrontar los pagos que sean posibles. No es una tarea sencilla, y por lo tanto es muy probable que el equipo finalice su temporada en la Endesa ACB. 

En cuanto al descenso sí que habría novedades. Al desaparecer, Joventut sería sí o sí uno de los equipos que perdería la categoría, dejando, de manera efectiva, sólo una plaza de descenso. Sin embargo no conviene pensar en este escenario. Aunque se forme la comisión liquidadora, se inventaríen los bienes y demás procesos, si aparece alguien con el dinero a última hora, la situación cambiaría por completo, más si deportivamente mantienen la categoría. 

Pero ese escenario depende de lo que salga de la Junta General ordinaria del próximo jueves. Veremos.....

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